viernes, 13 de abril de 2012

Estoy feliz,
¡Si, me has escuchado dentro de mi alma!
Hay pajarillos que juegan, tomo un café a las 11 de la mañana y la música tiene sonido de velo, de un mar meneándose en este cuarto que se decía “loco”
Aun suele gritarlo, pero para ese momento yo ya caigo rendida a un extraño sueño cansado, donde nadie ha de visitarme, ¡que bueno, me ha dejado descansar!

La música más bella, la que casi podría tocar los cielos y los infiernos
Me han librado de ti “Señor”, dime ¿acaso soy mala?, lo único que puedo hacer es avanzar y dejar mis ideas en los sitios donde he estado, una niña y un perro
Quieren mi compañía, ¿Qué puedo ofrecerles?

¡Vayamos a aventurarnos!, que yo también soy como ustedes
Iremos corriendo bajando la montaña, y en la punta de alta de una de ellas, miraremos con descanso un atardecer hermoso, los pájaros estarán mirando desde la punta de algún árbol torcido

Que alegría estar viva
Y que mi única naturaleza sea mi única conciencia
¡Y que el perdido como yo, el dolido yo, el suicida como yo, el loco como yo, el vagabundo como yo!
Deba estar aquí, mirando este atardecer conmovedor, pues el alma necesita de estos placeres para poder sanar un poco

Cuando deje este momento, no es porque quisiera, se ira como un apagón
Guardare los delicados momentos, que he tenido, volveré a ser como Ellos.
Y el cuarto que se decía “loco”, aun lo seguirá estando y la música mas bella, se ira a dormir en un silencio, para que ese silencio me enseñe nuevamente a donde debo partir
En la siguiente ocasión.


-Ortiz

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