Muestrame tu,
tu tiempo para mi flaqueza
tu tiempo para mi saber
y para mi amor.
tu inmeso, dentro de mi
cabes ,y me quiebro
por tenerte,
mientras me entero,
mas delgada me haces,
errante y satisfecha.
si por mirar mi voluntad se hace necia,
muestrame tu, que mi bestia es enseñanza
para mirarte asombrosa.
mientras mas niegas tener en mis manos
mas delisioso te siento.
ciega te sigo con el libro de mi amor
y con mi pequeña razon
dejo mis huellas al destino.
-ortiz .
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ResponderEliminarYo te recuerdo,
ResponderEliminaren la quietud de la hora muerta,
en la resolana del camino,
inclemente a las tres de la tarde,
en la relente de la noche, ausente.
Te recuerdo fulgurante, entre cabriolas
como aros de luz, reverberante.
Anidada en el sueño, flotando
como una gardenia situada en el río.
Recuerdo el olor pertinaz,
de naranja en tus dedos.
Esa voz que describe una pintura
como un gramófono de imágenes.
La expresión sugerente en los ojos,
muelle de todos mis desembarcos.
Yo te recuerdo inquebrantable,
a pesar de todo, a pesar de la nada.
Nívea, núbil, tierna. Te pienso,
te veo: cristalizando mi esperanza.
(tú la encarnas).