martes, 22 de abril de 2014
soy la sombra de su niña,
soy la sombra de su mal,
soy la sombra de su cuidado,
soy la sombra que columpia el veneno mortal e inmortal,
soy la sombra en la pared,
sombra de mi sombra, sombra de sus pies,
de sus piernas,
de su voz,
de sus ojos,
de sus canas,
de sus dientes,
de su amor, delirante amor,
deliris, iris, todo mi ojos subciona como un bebe amantandose
de vida.
soy sombra, ¡hagais caso que este oficio el mio es ser una sombra!
sombra y sonido en la cocina,
sonido en la oscuridad,
sonido de puerta,
sonido de llanto,
sonido sollozante,
sonido de labios mojados,
sonido de pupilas mirandose al espejo,
sonido de nada,
sonido ni yo, ni la sombra
ni yo ,soy yo.
-ortiz
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"en esta soledad sin paredes
ResponderEliminaral tiempo que huyeron los ángulos
en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre
para salir en un momento tan lento
en un interminable descenso
sin brazos que tender
sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano invisible
sin más que una mirada y una voz
que no recuerdan haber salido de ojos y labios
¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios?
Y mi voz ya no es mía
dentro del agua que no moja
dentro del aire de vidrio"
¿CÓMO ESTÁ TU ALMA, AMOR?
TE BESO.
el deseo del último fin no es algo de lo que seamos dueños.
ResponderEliminarTomas de Aquino.
Yo, estoy naufragando, ando,camino, abro los ojos y me doy cuenta que sigo aqui, leyendo el beso de tu escritura.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTus letras exhalan el vaho de la sobreviviente. Sigues aquí.
ResponderEliminarPara beneplácito de mis devaneos, sigues aquí.
Estación febril, estival,
marabunta de sensaciones níveas.
Una Antígona varada en los lindes del tiempo
y del lenguaje.
Hasta allá voy a buscarte,
mi única esperanza.
Eres el cúmulo de mis anhelos.
después del deshielo, después del derrumbe,
ResponderEliminaren la anodina estación Y griega,
a las 9:20
nos encontraremos, S´il vous plait.
Yo le beso a usted.
mi archispreste
ResponderEliminarle adoro hasta las sienes
beso de sus labios
toda la sal y lo dulce
que me subyuga y me anida la fe
le adoro hasta el fondo de su alma
sin llegar
me quiero intercambiar con usted
con amor delirante
-su silfide.